¡Hay juventud mucho que hacer!


El Perú es un país muy hermoso, lleno de maravillas, con una biodiversidad que el mundo nos envidia. Esto hace que nuestro país sea un lugar muy codiciado para grandes empresas del mundo que anhelan explotar nuestros recursos.

En consecuencia, desde hace ya algunos años preparan en los colegios para que estén “aptos” para trabajar en estas empresas. Sin embargo ¿Qué sucede con esta juventud que se prepara para trabajar al servicio de grandes instituciones? ¿Qué ocurrirá con este país lleno de jóvenes que anhelan ideales vendidos por el sistema capitalista?

La respuesta es clara y difusa a la vez. En el transcurso de estos últimos días, aledaños a la quincena de setiembre, nuestro país ha recordado acontecimientos muy importantes que marcaron la historia que han definido, en el pasado, el presente que estamos viviendo.

Estoy hablando, claramente, de la captura de Abimael Guzmán Reynoso y el lanzamiento de los primeros “Vladivideos”. Ambos acontecimientos son hechos que deben estar grabados en la mente de cada peruano y peruana, tenerlos siempre presentes.

No soy el único que se abruma al ver los videos que circulan en internet en los que preguntan a muchos jóvenes, escolares de secundaria y estudiantes universitarios (y población en general) sobre estos acontecimientos y personajes implicados cuyas respuestas demuestran la ignorancia y desinterés por estos temas tan trascendentes de nuestro país. Pero si no los han visto, aquí se los dejo:




Muchos de ellos no saben quién es Abimael Guzmán, Vladimiro Montesinos o Alberto Fujimori; y lo que es peor, ni siquiera saben en qué hechos estuvieron enfrascados, el daño que le hicieron a nuestro país o las consecuencias que sus actos tienen en la actualidad.

Es increíble que habiendo pasado apenas 15 años de terminada esa época exista una cantidad tan alarmante de jóvenes ignorantes o desinteresados en el tema. ¿Y todo por qué? Porque están más concentrados en un éxito individualista que los lleva enfocarse más en ser adiestrados en los conocimientos y prácticas que les ayudarán a ser personas “exitosas” que tener en cuenta lo que sucedió en nuestro país sin darse cuenta que si ellos generan –mejor dicho nosotros generamos- que la historia se repita todo el “éxito” será destruido, caerá y seremos vendidos al mejor postor.

Creo que este panorama muchos ya lo han pintado y hasta explicado con detalles pormenorizados. Ahora pregunto: si ya nos hemos dado cuenta de eso ¿Qué esperamos para buscar soluciones?

Hay opciones claras, trabajar con los agentes responsables para educar y generar conciencia sobre la importancia de estos acontecimientos.

-Pero ya lo están haciendo y no funciona.

-Entonces hay que esforzarnos más.

-Oye ¿Y esto cómo me beneficia?

-Evitando que se repitan las desgracias que sucedieron en nuestro país.

-¿Hubieron desgracias? Sí, muchas, muy terribles y nos afectaron y afectan a todos.

-¿Cómo me afecta?

-Te afecta a ti y a todos cuando los mandatarios toman una decisión, cuando los candidatos postulan a un cargo público, cuando la justicia va a dictar una disposición, las personas implicadas, que han estado en el poder o quieren llegar a él, sienten que tienen la “libertad” de decidir sobre lo que le pertenece al país –y de paso a todos los peruanos- sin considerar las repercusiones que tendrán sobre nosotros.

-Jajaja, pero yo no tengo la culpa de eso.

-Claro que la tienes, todos la tenemos, porque es nuestro deber estar informados e informar a los demás sobre lo sucedido para así evitar que la historia se repita.

-¿Y en qué me beneficia?

-Eso ya te lo expliqué.

-¿Así? Es que creo que no es importante. Mejor me voy a estudiar para mi parcial de administración.

-¿De qué va a venir tu examen?

-De las clases.

-No se supone que si ya lo hicieron en clase ya lo debes saber.

-Es que solo quiero pasar el examen.

Esta escena es muy común, tan constante que ya estamos acostumbrados a ella; hasta nos cansamos al punto de tirar la toalla, pensar que nada tiene solución y simplemente esperar a que la historia se repita.

Pues esta actitud de pasividad nos hace mucho más culpables que los demás, porque sabiendo no informamos, conociendo no concientizamos, es una tarea muy cansada, hasta estresante, pero si realmente nos importa lo que pueda ocurrir en el futuro con nosotros tenemos que sacar fuerzas de donde no las hay y continuar luchando, porque algo aportaremos.

El problema es muy complejo, tiene diferentes aristas para ser tratado y analizarlo a profundidad exige una mayor preparación, pero yo no quiero ser uno más que se queda de brazos cruzados y sé que algo puedo aportar.

Con esta reflexión lo único que quiero hacer es invitar a que todos seamos parte de una lucha diaria por evitar que las desgracias de la historia se repitan, no cansarnos porque tenemos un enemigo muy grande: la ignorancia. Sé que alguien por ahí escuchará o entenderá el mensaje que quiero dar, sin importar qué tipo de persona sea, sólo quiero aportar algo porque si no lo hago significaría que no me importa mi país.

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